Lo sucedido este viernes 8 de diciembre en la localidad Texcapilla del municipio de Texcatitlán estado de México, es la muestra del hartazgo ciudadano de seguir siendo extorsionado por parásitos delincuenciales tolerados o protegidos por el gobierno de los abrazos no balazos.
Es muy lamentable que cuatro campesinos, tres mujeres entre ellos, que defendían su patrimonio y se negaron a seguir siendo extorsionados perdieran la vida en esta refriega dispareja, y con sus utensilios de labranza enfrentaran a los delincuentes que fueron alcanzados por su destino.
Pero lo más lamentable de todo es el silencio desde las esferas oficiales y la falta de resultados en seguridad de este gobierno morenista que no le importa lo que le pase a las familias humildes, a quienes utiliza en su lema de primero los pobres.
La extorsión de un peso por metro cuadrado de cultivo equivale a diez mil pesos la hectárea, y en nuestros campos mexicanos a veces eso es lo que logra obtener una familia campesina con la venta de su cosecha.
Los cobradores de piso fijan sus montos y se mueven sin ser molestados por autoridad alguna, hay muchas preguntas que carecen de respuesta ¿Quién protege a los delincuentes? ¿Cuánto de esas extorsiones va a parar a la cartera de las autoridades? ¿Qué autoridades están coludidas en el negocio de la extorsión?
Los campesinos solo se defendieron de un grupo que debió ser perseguido por las corporaciones de seguridad y llevados ante la autoridad, nadie intervino y dejaron a los comuneros solos, que no les quedó otro camino que enfrentar con lo que tuvieron a la mano a un peligroso grupo delincuencial que había dañado a la sociedad de ese lugar y de toda una región mexiquense.
¿Con qué sermón saldrá el lunes el señor de las mañaneras? ¿Qué los comuneros provocaron a los señores a quienes debieron recibir con abrazos? ¿Qué los criminales fueron atacados por una turba que no quiso razonar y aprovecharon la superioridad numérica para atentar contra los pobres cobradores de piso?
Este México que dormía ha empezado a despertar, si desde las altas esferas del gobierno no intervienen y ponen orden que se ve bastante difícil que lo hagan, se corre un enorme riesgo y podría ponerse muy feo en muchos lugares donde los ciudadanos ya no soportan los excesos de los delincuentes que actúan con toda impunidad.
Por todo el país se respira la intranquilidad, hay un enorme vacío de gobierno, tenemos un estado fallido que corre al despeñadero a donde lo ha llevado el cinismo y el desgobierno.
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