Veracruz, Ver.- Marcelo, Don corcholato, recorrió la zona centro de Veracruz este jueves 6 de Julio, iniciando sus actividades en el puerto.
A su arribo al aeropuerto fue recibido por sus simpatizantes, unos cuantos, por cierto, sin que ello les quitara lo fiestero a los jarochos, que al grito de presidente, presidente, provocaron su jolgorio matinal.
A alguien se le ocurrió colocarle una corona y, como recién concluyeron las fiestas carnestolendas, más que aspirante corcholatero parecía rey feo del carnaval veracruzano.
Pero, como andamos en las fiestas de la corcholatitis, ahorita está permitido hacer hasta el ridículo, todo sea por alcanzar una candidatura, y la que busca el carnal Marcelo es la más importante del país.
Total, “París bien vale una misa”, decía la frase atribuida a Enrique de Borbon, en esa tesitura, la silla embrujada del palacio nacional o la presidencia de México, bien vale hacer un rato el ridículo portando una corona de rey feo del carnaval más loco y bullanguero.
Marcelo anduvo y andará todavía por estas tierras benditas de Dios, y bueno como por ley no tienen permitido hablar de sus aspiraciones y de lo que realmente andan haciendo en esta campaña adelantada solo hablan de cosas triviales que ni la pena vale escuchar.
Ahorita es el momento de que vayan a verlo, a tomarse fotos o selfies con su celular, porque en cuanto logren un cargo, el que sea, volverán a desaparecer y si alguien los busca será algo más que imposible que los vuelva a ver el ciudadano, el contribuyente.
Es más, tenemos una muestra con este gobierno cuatrotero que cerró el acceso al ciudadano a casi todas las oficinas públicas, la Secretaría de Educación se mantiene cerrada con los fieles cadeneros impidiendo la entrada a profesores de todo el Estado.
El edificio del Congreso local se mantiene sin acceso al pueblo bueno y sabio, solo los amigos y familiares de Catarrín, o ¿es Cazarín?, para el caso da lo mismo, el ciudadano común que llega con alguna petición no pasa por órdenes del mandamás de allí, así se las gastan los morenos cuatroteros.
El palacio de Gobierno del Estado también se mantiene con las puertas cerradas, tal como lo hizo en su momento Javier Duarte, nadie accede porque allí se guardan celosamente los secretos de un gobierno pecador de honestidad.
Por eso debemos aprovechar la oferta del aspirante a Rey feo, Don Marcelo que anda muy sonriente, bullanguero, apapachador, tolerante, servicial, para que nos haga el favor de permitirnos un abrazo y una foto para el recuerdo.
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